... y aprendiendo a esperar sin esperar nada esperado, a asumir sin asumir lo asumido, a querer sin querer ser querida, a caer sin que la caída implique no volverme a levantar, a volar alto sin que volando se me olvide el camino de vuelta, a saber que para ser perdonada, primero debo perdonarme yo antes, a buscar sin encontrar, y a encontrar sin querer, así, y de repente, lo que no buscaba, a pensar en cómo no puedo vivir sin lo que no pensaba llegar a vivir nunca, a hablar lo justo, sin tener claro que lo justo, sea hablar, a dividirme para poder estar del todo, aunque repartida, a RE-vivirme en mi querida antigua vida, que nunca más será anitgua.
Y porque nunca se me dieron bien los cambios repentinos,
porque siempre me pusieron nerviosa, muy nerviosa,
debo aprender a RE-conocerme.
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